2 de octubre de 2012

La realidad de los productos "light" o "low fat"




En la sociedad actual en la que vivimos lo más normal es llevar una vida sedentaria en la que estar trabajando sentado en la oficina y descansando en el sofá es la característica más acusada nuestro estilo de vida. Lo paradójico es que ante el cambio de una vida activa a una tan pasiva la alimentación apenas ha cambiado, es más, se podría decir que, en esta nueva sociedad posmoderna, se ha creado un culto hacia la comida rápida y calórica. El resultado es evidente, gran parte de la población padece sobrepeso. Ante esta situación las empresas han lanzado al mercado productos "light" o low fat con la promesa inherente de perder peso, luchar contra la obesidad sin renunciar al placer de comer productos como patatas fritas, chocolate, pan, bebidas hipercalóricas, alcohol, cervezas, mahonesas, salsas, etcétera, tan relacionados con la obesidad y los problemas de obesidad. Ahora la pregunta que cabría plantearse es: ¿realmente los productos "light" lo son?

¿Son o no son "light"?
La Comisión Interministerial para la Ordenación Alimentaria (CIOA) ha determinado que para poder denominar a un producto como "light", este deberá haber sufrido una reducción del 30% de las calorías con respecto al formato original. Sin embargo, son varias las empresas dedicadas a la alimentación que en el envase de sus productos colocan la etiqueta "light" cuando realmente no lo son puesto que no llegan al 30% indicado por la CIOA.


Productos "light" y dietas equilibradas
También habría que tener clara una cosa, los productos light no son los indicados como un tratamiento para adelgazar o tratamiento para la obesidad, realmente son productos desgrasados, se supone que en un 30% como mínimo, no productos hipocalóricos. Es decir, unas patatas fritas "light", por poner un ejemplo, siempre van a engordar más que unas verduras al vapor. Por lo tanto, no se ha de confundir como formas de lucha contra la obesidad, formas de perder peso o como un tratamiento para adelgazar porque realmente no son productos que lo propicien.


Equilibrio en la alimentación
A modo de conclusión podemos decir que los productos "light" simplemente son alimentos calóricos, tan solo un 30% menos grsos que los originales de referencia. Es decir, no se pueden considerar como un tratamiento para la obesidad o como un remedio para combatir el sobrepeso. En ningún caso deben convertirse en la base de nuestra alimentación. Para evitar este desequilibrio y todos los problemas que provoca deberíamos mantener una vida activa, realizando algún tipo de ejercicio, una dieta basada en productos no grasos o hipocalóricos y una dieta variada, sin renunciar a productos más calóricos pero controlando su consumo.

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