17 de diciembre de 2012

¿Qué comer en el embarazo?




La alimentación en el embarazo

La alimentación en el embarazo es un tema que debes atender con suma seriedad, tal como los haces con las visitas mensuales al médico o el cuidado de tu piel de las estrías. La presencia de otro ser vivo en tu cuerpo requerirá de tu parte toda la conciencia y responsabilidad que puedas sostener sobre qué nutrientes debes incorporar al organismo y en qué alimentos, tanto sólidos como líquidos, se encuentran. Aclaración: una correcta alimentación para embarazadas, no implica el consumo excesivo de dulces y harinas.

¿Qué tomar en el embarazo?

Es recomendable que se aumente la ingestión de calcio, hierro, proteínas, vitaminas y carbohidratos, ya que gran parte de tu consumo habitual de ellos será ahora absorbido por el bebe en formación. Para ello, incrementa en tus comidas habituales la ración de los alimentos que los incluyen. 

Utiliza esta guía:

Calcio: es importante para la fortaleza de los huesos. Se encuentra en yogures, quesos y leche.

Hierro: se combina con otras sustancias para permitir la oxigenación del cuerpo, entre otras funciones. Podes encontrarlo en carnes y lentejas.

Proteínas: son el componente estructural del cuerpo y esenciales para el funcionamiento normal del mismo. Están presentes en una gran variedad de alimentos como carnes, huevos y
lácteos.

Vitaminas: favorecen funciones específicas del cuerpo. Se hallan en frutas y vegetales, además de los alimentos ya mencionados.

Carbohidratos: aportan la dosis necesaria de energía para que exista un desarrollo normal de las funciones. Están presentes en pastas, cereales, panificados y arroz.

Puedes complementar el consumo de alimentos sólidos con líquidos, si eso te facilita mantener una nutrición variada. El líquido esencial que necesitas consumir en exceso es agua. Notarás sensación de sed constante. Eso es porque el agua que introduces no sólo te hidrata a ti, sino a tu bebe. Ideas que pueden ayudarte son:

Caldos: coloca en una cacerola verduras varias (aún las que no te apetecen), y déjalas hervir. Cuando estén blandas, quítalas y guárdalas en la heladera. Consume el caldo.

Sopas: en vez de sacar las verduras del agua, tritúralas. Puedes agregarle arroz o legumbres.

Jugos: procesa frutas varias combinadas con remolacha y zanahorias.

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