1 de abril de 2013

Tomar hierro mejora el síndrome premenstrual




El síndrome premenstrual es una de las peores pesadillas para muchas mujeres. Y es que bajo esta etiqueta se reagrupan toda una serie de síntomas de lo más variado que, en su fase más aguda y coincidiendo con el período intermedio entre dos menstruaciones, pueden incluso alterar la rutina diaria de quienes los padecen. Afortunadamente, cada vez contamos con más recursos para minimizar sus efectos. 

¿Cómo se manifiesta el síndrome premenstrual?
Durante la segunda mitad del ciclo menstrual y hasta uno o dos días después del comienzo del período menstrual, las mujeres podemos experimentar molestias de tipo físico como: mayor sensibilidad en el pecho (llegando incluso a ser dolorosa), estreñimiento o diarrea, dolor de cabeza, antojos por ciertos alimentos, intolerancia a los ruidos o fotosensibilidad, así como sensación de gases o distensión abdominal. Además, hay toda una gama de síntomas menos tangibles -pero igualmente desagradables- que afectan al estado anímico y la psicología femenina. Entre ellos, podríamos citar: la experimentación de una cierta confusión y pérdida temporal de memoria, sensación de tristeza y desaliento, una mayor tensión (complicada normalmente con cuadros de ansiedad y nerviosismo); irritabilidad, agresividad u hostilidad no motivada por ningún factor aparente;  altibajos anímicos, descenso de la libido sexual, menor autoestima e incluso problemas para conciliar el sueño. 

Nuevos trucos para combatir el síndrome premenstrual
En general se recomienda llevar un estilo de vida lo más saludable posible para minimizar -en la medida de lo posible- las molestias del síndrome premenstrual. Así, por ejemplo, es bueno beber más líquidos, optar por comidas poco copiosas y más frecuentes, incluir abundantes frutas y verduras en la dieta, reducir el consumo de sal y azúcar, optar por suplementos alimenticios a base de vitamina B6, calcio y magnesio. El ejercicio aeróbico es un complemento ideal a la hora de recuperar el equilibrio del organismo. Pero, sobre todo, acabamos de conocer que una alimentación rica en hierro es el escudo más eficaz para reducir las posibilidades de padecer síndrome premenstrual. Desde la Escuela de Salud Pública y Ciencias de la Salud de la Universidad de Massachusetts Amherst y la Universidad de Havard (EEUU) así lo estiman. También el mayor consumo de zinc tendría efectos positivos, al contrario que el exceso de potasio (pues favorece la retención de líquidos y la hinchazón de las extremidades). 

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