3 de junio de 2013

Todo sobre la depilación láser



Para muchas, el invierno es la temporada ideal. No precisamente porque les encante el frío, la escasa luz ambiental, sino porque es el momento ideal para relajar un poco la disciplina depilatoria. A decir verdad, Bajo medias, vaqueros, prendas y más prendas; podemos por fin permitirnos dejar que el vello rebelde disfrute de una cierta tregua. Sin embargo, ahora que el calor ha llegado (aunque sea tímidamente y a intervalos) parece que va siendo hora de poner al día nuestra piel. Si en esta larga travesía invernal hemos descuidado tanto su hidratación como el acabado de nuestra depilación, toca preocuparse ahora por ellos. Un buen tratamiento drenaje linfático puede ser el comienzo ideal para la temporada estival en nuestra piel. ¿El segundo paso? Conseguir una depilación perfecta y, lo que es más importante, duradera. La opción más buscada es la depilación láser

Claves de la depilación láser
El uso del láser a la hora de eliminar el vello corporal no deseado es una técnica que garantiza resultados excelentes y de larga duración. Cada vez está más extendida y, aunque su precio no la haga apta para todos los bolsillos (dependiendo de las sesiones, así variará el presupuesto inicial), su rendimiento suele ser excelente. Consiste en el empleo de disparos láser aplicados directamente sobre el tallo del pelo para destruir el folículo. Los haces de luz actúan directamente sobre la melanina del vello, transformándose en calor. Así se elimina el bulbo piloso sin por ello atacar a la piel del contorno. Existen distintos tipos de láser en función de los tipos de piel y de pelo a tratar, pero se considera que tan solo son eficaces sobre el vello negro. Los más populares son el Láser Alejandrita, así como el Rubí y el Diodo. Solo el Láser Rubí está especialmente indicado para pieles claras con vello oscuro. Para su aplicación, hay que rasurar la zona a tratar, ajustando los parámetros en función de las características del paciente. Eso sí, antes de lanzar los haces de luz es necesario proteger la piel con un gel especial. Aunque suele provocar rojeces, desaparecerán al poco tiempo. 

Pros y contras de la depilación láser
Al igual que otros tratamientos médico-estéticos, el láser depilatorio puede tener tanto efectos secundarios como contraindicaciones. Si triunfa por ser una forma definitiva de librarse del vello y sin las agresiones a la piel que conllevan otros métodos depilatorios, conlleva el riesgo potencial de sufrir quemaduras leves, por ejemplo. También se dan cambios en la pigmentación de la piel, apareciendo a veces manchas oscuras o claras (un problema conocido como hiper o hipopigmentación). Se ha dado incluso el caso de algunos pacientes que, intentando prevenir posibles molestias, optan por aplicar anestésicos locales que acaban interactuando con el propio láser y provocan molestias más o menos graves. Por eso es muy importante que la depilación láser se haga siempre bajo supervisión médica. En ello va la salud de nuestra piel y nuestro organismo. 

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