14 de agosto de 2013

Amenorrea: cuando la menstruación desaparece


Normalmente, entre los nueve y los 16 años la mujer comienza a menstruar. Ello significa que ha alcanzado la madurez sexual. Sus genitales y aparato reproductor se encuentran desarrollados y, a partir de ese momento, comenzarán a generar óvulos para su potencial fertilización en caso de que mantener relaciones sexuales. Desde la llegada de la menarquia o aparición de la primera regla, la cita mensual con el período será no solo una constante en la vida de la mujer, sino también todo un síntoma de buena salud. Y es que la regularidad en el ciclo menstrual es todo un termómetro del estado general del organismo femenino. Por ello, cuando comienza a experimentar alteraciones, retrasos o adelantos demasiado prolongados e incluso desaparece, han de encenderse todas las alarmas. A pesar de que muchas sueñen con olvidarse de las molestias asociadas a la regla y librarse de una vez por todas del síndrome premenstrual que tan incómodo puede llegar a ser, la pérdida de la misma no debería ser precisamente un alivio para quien la sufre. En ese caso, nada mejor que acudir lo antes posible a la consulta del ginecólogo o médico de cabecera para detectar el origen de dicha ausencia de la menstruación.  

Tipos y causas de la amenorrea
Al hablar de amenorrea o de falta de la regla, hay que hacer una clasificación en dos grandes grupos: las amenorreas de tipo primario y las secundarias. Las primarias se dan cuando la mujer nunca ha tenido menstruación una vez alcanzada la edad normal para ello. Se establece como umbral los 16 ó 18 años. En cuando a las amenorreas secundarias, se definen como aquellas que suponen la interrupción repentina del ritmo de menstruación hasta entonces normal. Son estas últimas las más frecuentes, solo pudiéndose diagnosticar como tal aquellas retiradas de la regla que se prolongan por encima de los tres meses seguidos.  En este grupo suelen incluirse algunos tipos especiales bajo la etiqueta de amenorrea fisiológica. Como tal se entiende la falta de menstruación durante el embarazo, la lactancia o tras la menopausia.

Manifestaciones de la amenorrea
A pesar de que este problema de salud se manifieste principalmente a través de la ausencia de menstruación, a este síntoma suelen asociársele otros que pueden servir de punto de referencia a la hora de hacer un diagnóstico. Si se trata de una amenorrea relacionada con causas fisiológicas –como en el embarazo, por ejemplo- se presentarán otras complicaciones secundarias como las náuseas o los vómitos. La falta de regla está debida a desarreglos (naturales o no) en los niveles hormonales. Por eso, en la mayoría de los casos la supresión de estrógenos y progesterona suele desencadenar una involución de los rasgos sexuales femeninos como las mamas o el vello. Incluso puede darse osteoporosis, sea cual sea la edad de la mujer. Generalmente, los síntomas de la amenorrea más comunes son: sequedad vaginal, variaciones extremas en el peso, hirsutismo, galactorrea (secreciones mamarias sin estar embarazada), dolor abdominal sin sangrado, jaqueca o acné. Recordemos que esta patología es una de las pistas a la hora de detectar trastornos alimentarios como la anorexia. Cuidemos de nuestra salud íntima para preservar el equilibrio de nuestro organismo. 

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