26 de junio de 2013

El ácido fólico, clave en el embarazo



Si sueñas con que el mes que viene la regla se retrase (y no precisamente por que has empleado algún fármaco específico para conseguirlo) y siga sin venir en los próximos  nueve meses, necesitas leer este post como agua de mayo. Vamos a explicarte un poco mejor el papel que el ácido fólico juega a la hora de quedarse embarazada. Seguro que has oído hablar mucho de él y que tus amigas no dejan de recomendártelo. Para despejarte todas las dudas que puedas tener, nos hemos propuesto dedicarle capítulo aparte a este elemento. 

¿Qué es el ácido fólico?
Que no nos confunda su nombre, pues el ácido fólico no es ningún elemento químico. No es, ni más ni menos, que un tipo de vitamina esencial. Estamos hablando de una de las vitaminas del grupo B, implicadas directamente en el metabolismo humano. 

¿Por qué es importante en el embarazo?
La función del ácido fólico es evitar los defectos del llamado tubo neural, es decir, los relacionados con el cerebro o la médula espinal. Si las mujeres embarazadas o -intentando quedarse embarazadas- tuviesen en su organismo la cantidad ideal de esta vitamina en la fase anterior e inmediatamente posterior a la concepción, podrían prevenirse problemas como la espina bífida, la anencefalia (espina dorsal abierta) o una serie de patologías congénitas como el labio leporino, el paladar hendido o ciertas cardiopatías. También ayudaría a reducir las probabilidades de que el bebé nazca prematuramente, así como de que se den incapacidades permanentes muy frecuentes en estos casos (retraso mental, parálisis cerebral o pérdida de visión, entre otros). 

¿Cómo y cuándo tomar ácido fólico?
A pesar de que las fases críticas en las que la formación del feto exige un nivel adecuado de ácido fólico son la previa y la inicial, es interesante que durante todo el embarazo se mantenga el suministro de ácido fólico. Así se contribuirá a la producción de las células sanguíneas adicionales que el cuerpo de la mujer necesita en ese período. Y es que, además de los beneficios preventivos enumerados, el ácido fólico también contribuye al rápido desarrollo de la placenta y del feto. Las cantidades de esta vitamina B recomendadas varían en función de cada mujer. Si ésta sufre alguna patología como diabetes, epilepsia u obesidad, puede que necesite una mayor dosis, pues presenta especial riesgo de tener un bebé con defectos del tubo neural. El ácido fólico es, pues, una garantía de salud. 

24 de junio de 2013

De la mamografía a la citología: tus exámenes ginecológicos


La visita al ginecólogo es una cita imprescindible para toda mujer de una cierta edad y sexualmente activa. Sin embargo, la incomodidad que representa ese tipo de consulta suele provocar que muchas tiendan a aplazarla. Ir al ginecólogo puede convertirse en todo un trago si no existe una relación fluida y de confianza entre médico y paciente. Y es que el hecho de someterse no solo a un análisis de las zonas íntimas, sino a todo un cuestionario sobre diversos aspectos de la intimidad puede resultar incómodo. De todas formas, las revisiones ginecológicas son imprescindibles para garantizar la salud femenina. No en vano, gracias a ellas se descubren a menudo diversas patologías en su fase inicial, aumentando así las posibilidades de éxito de los tratamientos respectivos.

Las pruebas ginecológicas esenciales
En general, se considera que cualquier mujer adulta debería someterse al menos una vez al año a un examen ginecológico que comprenda cuatro aspectos fundamentales. Son los siguientes: 
- Test de Papanicolau. También conocido como citología exfoliativa o citología vaginal, es esencial a la hora de detectar el cáncer de útero o de cuello de útero. Se toman muestras de tres puntos distintos: el endocérvix, el cérvix y la vagina. El objetivo no es otro que detectar cambios en las células de estas zonas, previniendo el desarrollo de un cáncer. 
- El examen pélvico. Se centra en los órganos reproductivos de la mujer para estudiar su correcto funcionamiento. El útero, la vagina, los ovarios y las trompas de Falopio son los puntos clave analizados en este tipo de prueba. Solo se realiza en determinados momentos de la vida fértil de la mujer (embarazo, posparto, menopausia), en caso de detectar alguna anormalidad en los genitales femeninos o si se produce una violación. 
- Los ultrasonidos vaginales y abdominales. Gracias a ellos, puede conseguirse una exploración más profunda. Los primeros sirven para obtener una panorámica de los ovarios y la matriz, mientras que los segundos son esenciales para constatar la buena salud de la matriz, los ovarios, el útero y las trompas de Falopio. El objetivo sería confirmar que no existen tumores o anomalías en dichos órganos. 
- La mamografía. Toda mujer debería tener por costumbre palparse los senos en busca de bultos o tumores. No habría que esperar a acudir a la consulta del ginecólogo para comprobar la buena salud del pecho. En mujeres mayores de 35 años es recomendable hacer también una mamografía en toda regla. Sobre todo a partir de los 50 años, es importante no descuidar esta revisión y realizarla al menos cada dos años. 

Otras consideraciones sobre el análisis ginecológico 
Dependiendo de las necesidades de cada mujer, en el examen ginecológico pueden incluirse otras pruebas adicionales como una ecografía. Hay que recordar que este tipo de revisiones suelen comprender tres partes esenciales: un cuestionario clínico, una exploración física y las pruebas auxiliares. Cuanto más completos sean, más eficaz será la protección ofrecida a la mujer en campos esenciales como la prevención de distintos tipos de cáncer o la detección de enfermedades de transmisión sexual. 

19 de junio de 2013

Lo último en higiene íntima femenina: tampones ecológicos

Atrás han quedado los tiempos en que nuestras abuelas -e incluso nuestras madres- tenían que tirar de imaginación para lidiar con la menstruación y sus necesidades higiénicas. Si hace menos de cincuenta años algunas todavía se veían obligadas a a echar mano de paños y toallitas, en el siglo XXI contamos cada vez con más recursos para que esos días del mes sean lo más llevaderos posibles. Afortunadamente, las compresas ya no son la única opción. Abramos un poco más nuestros horizontes y descubramos qué alternativas existen en el mercado. Sorprendentemente, la tendencia bio ha llegado hasta la higiene femenina. ¡Llegan los tampones ecológicos! Te enseñamos en qué consisten.

La higiene durante la menstruación
Aunque el período menstrual sea algo de lo más natural, no hay que olvidar que se trata de fluidos corporales que pueden producir mal olor. Por eso, es muy importante mantener una higiene adecuada. Lavar la zona genital y cambiar con frecuencia el método sanitario empleado son las claves para evitar no solo posibles infecciones, sino también para garantizar que no se desprenden olores desagradables. Tenemos a nuestra disposición numerosas alternativas y de nuestras necesidades depende el optar por una u otra. Las compresas ya no son aquellos gruesos paños de hace unas décadas, por lo que se adaptan sin problemas a cualquier situación. La copa menstrual es una opción todavía poco conocida, pero en pleno auge. Y los tampones siguen siendo líderes en el mercado gracias a sus muchas fórmulas y excelentes resultados. Sin embargo, llega un artilugio que promete plantarles cara en el dominio de la higiene femenina: los tampones ecológicos.

¿Qué son los tampones ecológicos?
Comercializados por la empresa Jade & Pearls, los tampones ecológicos no son ni más ni menos que esponjas de mar. Son totalmente naturales y reutilizables, sin ningún tipo de elemento sintético en su composición. Su vida útil es de entre tres y seis meses, en función de su uso y su cuidado. Una de sus principales virtudes es que su textura es muy similar a la de las paredes vaginales, por lo que no resultan irritantes ni agresivos para la flora vaginal. Su modo de uso es muy sencillo. Tan solo hay que mojar la esponja en agua y colocarla en el interior de la vagina. Para retirarla basca con tirar con cuidado, exprimirla y enjuagarla con agua tibia antes de colocarla de nuevo. Entre menstruación y menstruación, su mantenimiento es de lo más sencillo. Hay que dejarla en un vaso con agua tibia y unas gotas de aceite esencial de árbol de té durante una noche, enjuagarla a la mañana siguiente y guardarla en la funda hasta el siguiente mes. Suena bien, ¿no?


Imagen: jadeandpearl.com

17 de junio de 2013

¿Cómo afrontar los problemas de erección de tu pareja?


La impotencia y la eyaculación precoz son dos de las disfunciones sexuales que más afectan a los hombres. Pocos son los que se atreven a hablar abiertamente de dichos problemas, pues sobre ellos sigue pesando el estigma de la pérdida de virilidad. El temor al ridículo y la vergüenza hacen que muchos de los que las sufren se aíslen y, en lugar de buscar ayuda profesional y farmacológica, se encierren en sí mismos y entren en una espiral autodestructiva marcada por la depresión y el estrés. El impotente suele sentirse solo en su lucha. Sin embargo, olvidamos a menudo que la mujer que comparte lecho con él sufre igualmente las consecuencias de la falta de erección. Y es que la disfunción eréctil es cosa de dos.

La impotencia a ojos de la mujer
A pesar de que sea el hombre quien presente la incapacidad para alcanzar una erección, la mujer puede considerarse también como la gran víctima olvidada en este contexto. Y es que ella ve frustrada una fuente esencial de placer como es el coito vaginal. Además, todavía persiste la falsa creencia de que si él no es capaz de llevar a cabo la penetración de forma satisfactoria es porque no existe deseo por su parte. Por eso, son muchas las que se sienten frustradas y heridas al ver cómo su pareja no consigue mantener su pene erecto. Es entonces cuando comienza un conflicto a veces no declarado entre el hombre y la mujer. Él sufre por no poder mantener relaciones sexuales satisfactorias y ella, por los prejuicios que asocia a dicho problema, así como por el empeoramiento de su vida sexual. De la tolerancia y la comprensión inicial suele evolucionarse a reproches más o menos frecuentes, pudiendo desembocar en la ruptura de la pareja.

Ayudarle a superar la impotencia

Por eso, son muchos los urólogos y terapeutas sexuales que reclaman una mayor implicación de la mujer en el tratamiento de la disfunción eréctil. Al igual que para la detección y cura de otros problemas relacionados con la sexualidad masculina (tales como la eyaculación precoz o incluso el cáncer de próstata), la atención a los primeros síntomas de impotencia y la comunicación fluida puede ser muy positiva. Sobre todo en aquellos casos en los que la disfunción eréctil tiene un origen psicológico, es muy importante que el hombre se sienta comprendido y arropado por su pareja. Cambiar las rutinas sexuales puede suponer un estímulo y un revulsivo, así como analizar conjuntamente los motivos del malestar del hombre. Incluso se recomienda acudir a terapia sexual de pareja para superar la impotencia. Y si ello se revela inútil, siempre se puede optar –siempre de mutuo acuerdo- por un tratamiento farmacológico. A veces las medicinas como Viagra, Cialis o Levitra son la mejor solución para lograr que las aguas vuelvan a su cauce en el seno de la pareja. 

12 de junio de 2013

La mastectomía preventiva, tratamiento para el cáncer de mama


El cáncer de mama sigue siendo a día de hoy una de las principales causas de mortalidad femenina, tanto en España como en el resto del mundo. Sin embargo, los tratamientos para atajarlo son cada vez más efectivos. Afortunadamente, un diagnóstico por esta enfermedad no es ya sinónimo de un desenlace fatal para quien lo sufre. El índice de curación es relativamente elevado, constituyendo todo un rayo de esperanza. A pesar de que hablamos cada vez más de los procedimientos quirúrgicos que sirven para extirpar las tumoraciones mamarias, hasta no hace mucho prácticamente ignorábamos que la misma cirugía podía usarse con fines preventivos. Gracias a Angelina Jolie, la mastectomía profiláctica ha adquirido una mayor visibilidad en las últimas semanas. Hablamos del tema en profundidad. 

¿Qué es la mastectomía preventiva?
La mastectomía es la cirugía para extirpar parcial o totalmente la mama, incluyendo la piel y el pezón. En general, suele realizarse como respuesta a un diagnóstico por cáncer. Requiere anestesia general y, una vez extirpado todo el tejido canceroso, un cirujano plástico puede tomar el relevo para proceder a reconstruir la zona. Sin embargo, también es posible hacerlo a posteriori, gracias  a implantes de mama o a base de tejidos naturales. Pero no solo se realiza una mastectomía una vez detectado el tumor maligno. En mujeres que presentan un elevado riesgo de padecer cáncer de mama en el futuro, puede practicarse a modo de profilaxis. La extirpación servirá para reducir radicalmente dicha probabilidad (ligada, normalmente, a factores genéticos o antecedentes personales). Pruebas como BRCA 1 y BRCA 2 sirven para determinar el nivel de propensión a sufrirlo. De todas formas, la mastectomía preventiva requiere un largo proceso de reflexión y maduración por parte de la mujer. Su oncólogo o médico generalista podrá asesorarle a la hora de tomar la decisión. Hay que puntualizar que, a pesar de que esta cirugía reduce enormemente el riesgo de desarrollar cáncer en el futuro, no lo elimina por completo. 

¿Cómo se vive una mastectomía de este tipo?
Una vez tomada la decisión, hay que recordar que esta cirugía, al igual que cualquier otra, puede implicar ciertas dificultades o complicaciones. La mastectomía radical es susceptible de provocar secuelas como: dolor y rigidez en el hombro (así como hormigueo en la zona extirpada), hinchazón del brazo, daño en las terminaciones nerviosas (con el consiguiente entumecimiento del brazo, la espalda o el tórax). Antes de la intervención, la mujer debe suspender cualquier tratamiento con ibuprofeno, ácido acetilsalicílico, naproxeno, vitamina E, clopidogrel, warfarina o otros fármacos que compliquen la coagulación. Después de la mastectomía, habrá de seguirse un delicado postoperatorio. El cuidado de los drenajes puede ser la parte más delicada. Para superar el dolor, suelen administrarse analgésicos. La recuperación es un proceso lento, pero normalmente exitoso. 

10 de junio de 2013

Los parches anticonceptivos a examen


La anticoncepción es una de las cuestiones de salud que más preocupan a las mujeres. En realidad, no solo se trata de prevenir embarazos no deseados, sino también de protegerse contra cualquier tipo de enfermedad venérea. Sin embargo, no todos lo métodos anticonceptivos ofrecen ambas posibilidades. Normalmente, las mujeres suelen optar por sistemas estrictamente anticonceptivos. Combinados con el preservativo masculino, por ejemplo, se obtiene un nivel de seguridad casi absoluto en ambos aspectos. En general, está demostrado que las mujeres optan mayoritariamente por la píldora en sus múltiples acepciones. Pero hay vida más allá de ella. Desde el DIU hasta los parches anticonceptivos, pasando por el aro vaginal, las opciones son diversas. Dependiendo de las necesidades de cada una, serán más o menos recomendables. A veces, la falta de información o el peso de la costumbre nos llevan a elegir un profiláctico que no siempre es el más idóneo. ¿Por qué no probamos el parche anticonceptivo?

¿Qué es el parche anticonceptivo?
El parche anticonceptivo consiste, tal y como su propio nombre indica, en un rectángulo plástico transdérmico y fino que pertenece a la categoría de los anticonceptivos hormonales combinados. El adhesivo incorpora los mismos componentes que la píldora, pero en un formato alternativo. La progesterona y el estrógeno sintéticos se liberan directamente a través del torrente circulatorio al entrar en contacto el parche con la piel. Cada uno tiene una vida útil de una semana, debiendo ser reemplazado al cabo de la misma. Esa operación se remite durante tres semanas, al cabo de la cual se descansa para que se produzca la llamada "hemorragia por deprivación", es decir, la expulsión de sangre similar a la menstruación ordinaria y que sirve para eliminar las hormonas anticonceptivas del organismo. 

Dudas frecuentes sobre el parche anticonceptivo
Al ser un método anticonceptivo relativamente nuevo y novedoso, puede provocar dudas e inseguridades en quienes pretenden utilizarlo. Para despejarlas, retomamos algunos puntos clave en torno al parche anticonceptivo
-¿Dónde se aplica? En cualquiera de las siguientes 4 zonas: en la espalda y la parte delantera (a excepción del pecho y su contorno), en el abdomen, en los glúteos o en la parte exterior y superior del brazo. 
- ¿Qué pasa si se despega? Si eso ocurre antes de las 24 primeras horas de aplicación, es posible volver a aplicarlo. Nunca hay que recurrir a adhesivos como tiritas o esparadrapo para fijarlo. Si se despega pasadas esas 24 horas, hay que colocar uno nuevo y empezar otro ciclo. En los siguientes 7 días deberá emplearse un anticonceptivo alternativo. 
- ¿Hay que limpiar los bordes? Aunque se ensucie, no es recomendable limpiarlo. En tal caso, lo único que conseguiremos será, probablemente, moverlo o despegarlo. 
- ¿Puede interactuar con otros medicamentos? Sí. El ejemplo más citado es el de los antibióticos (a excepción de las tetraciclinas), pero también pueden interferir en su funcionamiento los antiepilépticos o la fenilbutazona.

Los más recomendable es contar con el asesoramiento de nuestro médico de familia o ginecólogo. Él sabrá aconsejarnos y responder a todas las dudas que puedan surgirnos.


5 de junio de 2013

Tratamientos para la menopausia: alimentos clave



La menopausia no es más que otra etapa en el ciclo vital de la mujer. Sin embargo, durante siglos se ha tendido a estigmatizarla, haciendo del final del período fértil de la mujer todo un tabú. Afortunadamente, a día de hoy la situación ha evolucionado notablemente. No solo existen interesantes iniciativas que pretenden dar visibilidad a las características específicas de la salud de la mujer madura, sino que se comercializan nuevos tratamientos para paliar los síntomas de la menopausia. Para completar la acción de los mismos y mejorar la calidad de vida femenina, hay toda una lista de alimentos que pueden añadirse a la dieta ordinaria. Al fin y al cabo, somos lo que comemos. 

Menopausia: síntomas y tratamiento
El descenso de los niveles de estrógeno asociado a la interrupción de la ovulación puede producir alteraciones de diverso alcance en el organismo femenino. Aunque las manifestaciones de la menopausia varían en función de cada mujer, suelen darse molestias como sofocos, irritabilidad, calambres o dificultad a la hora de conciliar el sueño. Las terapias de reemplazo hormonal actuales se han revelado muy eficaces a la hora de combatirlas, compensando la falta de hormonas naturales. 

Por una menopausia saludable
Además de seguir un tratamiento farmacológico para la menopausia, se pueden reducir los síntomas anteriores con la ayuda de ciertos alimentos. La mayoría de ellos forman parte de la lista de la compra de muchos hogares, por lo que resultan un remedio de lo más cómodo y asequible. Se trata en su gran mayoría de productos ricos en determinados minerales (hierro, selenio, potasio, magnesio) y vitaminas (B, C, D), que fortalecen el organismo y contribuyen a combatir desde el insomnio al empobrecimiento de la calidad del cabello. Los más importantes son: la soja, la salvia, el pimentón verde, el brócoli, el pescado, las espinacas, los yogures naturales, la leche, las manzanas, los plátanos, el repollo, los huevos, la piña o las nueves. Además, hay que recordar que es esencial mantener un buen nivel de hidratación. El agua prevendrá la sequedad vaginal, común en esta fase. Las grasas saturadas son el peor enemigo de la mujer menopáusica, por lo que deben evitarse en la medida de lo posible. Trucos sencillos para una madurez más cómoda. 

3 de junio de 2013

Todo sobre la depilación láser



Para muchas, el invierno es la temporada ideal. No precisamente porque les encante el frío, la escasa luz ambiental, sino porque es el momento ideal para relajar un poco la disciplina depilatoria. A decir verdad, Bajo medias, vaqueros, prendas y más prendas; podemos por fin permitirnos dejar que el vello rebelde disfrute de una cierta tregua. Sin embargo, ahora que el calor ha llegado (aunque sea tímidamente y a intervalos) parece que va siendo hora de poner al día nuestra piel. Si en esta larga travesía invernal hemos descuidado tanto su hidratación como el acabado de nuestra depilación, toca preocuparse ahora por ellos. Un buen tratamiento drenaje linfático puede ser el comienzo ideal para la temporada estival en nuestra piel. ¿El segundo paso? Conseguir una depilación perfecta y, lo que es más importante, duradera. La opción más buscada es la depilación láser

Claves de la depilación láser
El uso del láser a la hora de eliminar el vello corporal no deseado es una técnica que garantiza resultados excelentes y de larga duración. Cada vez está más extendida y, aunque su precio no la haga apta para todos los bolsillos (dependiendo de las sesiones, así variará el presupuesto inicial), su rendimiento suele ser excelente. Consiste en el empleo de disparos láser aplicados directamente sobre el tallo del pelo para destruir el folículo. Los haces de luz actúan directamente sobre la melanina del vello, transformándose en calor. Así se elimina el bulbo piloso sin por ello atacar a la piel del contorno. Existen distintos tipos de láser en función de los tipos de piel y de pelo a tratar, pero se considera que tan solo son eficaces sobre el vello negro. Los más populares son el Láser Alejandrita, así como el Rubí y el Diodo. Solo el Láser Rubí está especialmente indicado para pieles claras con vello oscuro. Para su aplicación, hay que rasurar la zona a tratar, ajustando los parámetros en función de las características del paciente. Eso sí, antes de lanzar los haces de luz es necesario proteger la piel con un gel especial. Aunque suele provocar rojeces, desaparecerán al poco tiempo. 

Pros y contras de la depilación láser
Al igual que otros tratamientos médico-estéticos, el láser depilatorio puede tener tanto efectos secundarios como contraindicaciones. Si triunfa por ser una forma definitiva de librarse del vello y sin las agresiones a la piel que conllevan otros métodos depilatorios, conlleva el riesgo potencial de sufrir quemaduras leves, por ejemplo. También se dan cambios en la pigmentación de la piel, apareciendo a veces manchas oscuras o claras (un problema conocido como hiper o hipopigmentación). Se ha dado incluso el caso de algunos pacientes que, intentando prevenir posibles molestias, optan por aplicar anestésicos locales que acaban interactuando con el propio láser y provocan molestias más o menos graves. Por eso es muy importante que la depilación láser se haga siempre bajo supervisión médica. En ello va la salud de nuestra piel y nuestro organismo.